EL MUNDO DE LOS METALES PESADOS

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Ya está. Hasta aquí lo que se daba. C'est fini. Caput.
Abandonamos el piso, cerramos por vacaciones, desaparecemos del mapa. Si quedaba algún vecino en los aledaños que pusiera la oreja para espiar nuestras conversaciones, ¡ay!, pobre de él, tendrá que buscarse otras ocupaciones menos edificantes.
Han sido unos meses muy peculiares (como de costumbre) dentro del cuarto cuarta, y nos queda el regomello de las cosas agradables que se acaban.
¿Chi lo sa? Tal vez en un tiempo, tal vez no. Tal vez consiguiendo de una puñetera vez coincidir todos en el salón, tal vez con alguno ensimismado en las musarañas o estudiando nuevas técnicas para ganar la siguiente competición de swiffer.
Como cada año, el piso nunca volverá a ser el mismo y, a la vez, siempre será el nuestro.
Felices vacaciones.