HERE COMES A NEW CHALLENGER

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Si una cosa nos queda clara cada vez que Albert entra de nuevo al piso, es que lo de su obsesión por la cirugía estética y los prolegómenos del sexo es una de esas pocas cosas que duran para siempre. Afortunadamente, nunca lo ha aplicado sobre su persona (como mínimo lo primero), pero tampoco seríamos nosotros los que lo juzgaríamos por ello (al menos en público). Faltaría más. De nuevo tenemos las habitaciones completas, y esa es la mayor razón para la alegría que podemos imaginar, y que de paso convierte nuestras noches de reunión en uno de los eventos más agitados del bloque. Y eso que los del quinto son capaces de agitarse mucho; que se lo digan a Gerard, que es insomne. Bentornat Albert, y bienvenidos todos.

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