SUIZOS Y CAPUCHINOS

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Cuando falte alguno de los cuatro, a ver qué hago yo. Es el mensaje humanista. Es el resto de bollería, el pensamiento de gato descontento. Si no nos aceptáis tal y como somos, iremos al Diario de Patricia a decirlo delante de toda España. Ya os podéis preparar, porque van a llover cubos de Rubik de punta, y cuando vayáis al hospital vais a recibir menos atención que el padre de Candela Peña, que en paz descanse.

PINCHO MORUNO DE AMOR

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El Corte Inglés intenta activar el sistema hormonal de las personas antes de tiempo, pero en el piso somos inmunes, o al menos en el sentido tradicional: llega la fecha-que-no-debe-ser-nombrada y nos ponemos a hacer inventos con Play-Doh y Telesketch, se nos arrugan los dedos en vez de la patata, y nos montamos una sesión de romance sadomaso. Somos unos X-Men del Raval.

INDEPENDIENTE DE QUÉ

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Tú lo que eres es un vendido. Que te cuelas hasta en los Oscar, que eres una estrella del Qué me dices!,  que te hiciste amigo de Edison cuando contrataba matones. Cuánta controversia hay en el mundo de lo independiente. Algunos, para ser más independientes que nadie, deciden morir de la mano de la salvaje naturaleza; otros se hacen notar cuando han pasado treinta años desde que eran conocidos; los más de andar por casa, simplemente deciden disfrazarse de abuelita para Carnaval. Cada uno se reafirma según sus posibilidades. Aprendamos de ellos.

FALTA DE GLUCOSA

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El mundo está lleno, paradójicamente, de cosas que faltan: de exposiciones retrospector, de visitas forzadas a los padres, de pantallas grandes. Todas la cosas que faltan (y alguna que sobra), se condensan los jueves en nuestras reuniones de piso. Y, como a los colegas del Eclipse, eso no nos lo quita nadie.