EL VERANO DEL PECADOR DE LA PRADERA

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Somos unos fistros sin remedio, de modo que también nos ausentamos de casa durante las vacaciones, como cualquier hijo de vecino. Se acabaron las birras entre horas, los Doritos tamaño familiar, los desvaríos alrededor de un salón mal amueblado. Como mínimo, hasta septiembre. Vamos mientras tanto a hacer un entrenamiento con el Follet Tortuga para alcanzar la polimatía, cazar pirómanos negligentes y comprar un par de compañías en Hollywood. Es la única forma de poder volver tras las tormentas de agosto con la cabeza alta. Al menos para seguir pagando el alquiler.
Hasta entonces, un placer.

PUJOL ABANDERADO

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Javi ha tenido un encuentro en la tercera fase, de estos que te hacen reactivar la memoria pero te contagian de virus extraños, virus Tex-Mex. David ya ve robots gigantes paseándose por el salón de casa, Álex nos da sustos dejándose llevar por el baile de San Vito y Julia comienza a comprar, de preestreno, fascículos coleccionables que saldrán en septiembre. No hay donde esconderse. Se está extendiendo. Ya están aquí. Fin de la señal.

IMÁGENES INCÓMODAS

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Cuando uno se encuentra algo que no es suyo es perentorio cogerlo. Allí dentro puede haber una joya del 'qué dirán', contenidos que sirvan para alimentar nuestros ratos de cotilleo, cosas que se puedan criticar, poniendo en práctica el deporte favorito del ser humano. Nosotros lo hacemos con denuedo mientras preparamos nuestro fin de semana en un foso, batiendo récords Guinness y replanteándonos nuestro oficio. Sin beneficio, como de costumbre.


ELFOSOL

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Quien pensara que las webcams son un invento de ahora, del mundo contemporáneo, es que no ha visitado la Tierra Media. Lugares y tiempos primitivos, en los que se cantaba flamenco sin que faltaran sobrenombres y se pasaba uno el día al fresco, aireando los pieses para que no se apolillaran. Ya se sabe que cualquier tiempo pasado fue mejor y si no, que se lo pregunten a los elfos, que se piraron en lo más alto de la fiesta, como hacen los que controlan.

QUE TE VIA COMER

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La ratio de feminidad está por las nubes en el piso. Con las ausencias de Álex y Javi, a Julia se le ha ocurrido la fantástica idea de traer a una amiga para echarse la charla de la noche. Y David, tan contento. Además, resulta que Judit es una vieja conocida, de forma que lo más natural es ponerse a cocinar todos juntos, mientras preparamos unas veladas ideales para este verano.