LA VIDA EN MORDOR

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Euforia retronostálgica es lo primero que nos encontramos al llegar al piso la última noche. Qué pelopúntico, qué analógico, qué de fantasía pop. Mientras tanto, que continúe la revolución. Cargados de energía nos hallamos: podríamos comprar un saco de boxeo para desahogarnos mientras escuchamos el mejor rock duro, o irnos de fiesta por los museos, como hacía el Joker. Yo qué sé, cualquier cosa.

¡EINSTEN, TE NECESITO!

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Hoy no es buen día para comunicarse. Va a haber altercados en el piso, altercados serios. De los de acabar liados a navajazos. No sirven de nada melodías espirituales; beligerancia a tope. Indagamos en nuestras mentes cual arqueólogos, saltamos entre viñetas, intentando recuperar el estado de harmonía zen que requerimos. La próxima hecatombe tal vez no la líe Godzilla. Llamen a las autoridades.

DUBSTEP GREGORIANO

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Vaya sorpresón, adivina quién viene a cenar esta noche, hay una carta para ti. De nuevo todos reunidos, aunque sea a distancia; pero como el amor no tiene fronteras, quién nos impide recibir noticias sobre una cultura aparentemente avanzada a su tiempo, que no conoce de crisis y donde las magdalenas se llaman muffins. Por el amor de Camilo Sesto, es demasié.